Una de las características más importantes y poderosas de Red Hat Linux es el método abierto y configurable para el inicio y cierre del sistema operativo. Los usuarios son libres de configurar muchos aspectos del proceso de arranque, incluyendo qué programas se lanzarán al momento de arranque. De forma parecida, el cierre del sistema finaliza los procesos de forma organizada y configurable, aunque la personalización de este proceso casi nunca es necesaria.
Entender el funcionamiento del proceso de arranque y cierre no solo le permitirá personalizar fácilmente Red Hat Linux, sino que también le facilitará resolver problemas relacionados con el inicio y el cierre del sistema.
A continuación obtendrá las etapas básicas del proceso de arranque para un sistema x86:
La BIOS del sistema comprueba y lanza la primera etapa del gestor de arranque del MBR del disco duro primario.
La primera etapa del gestor de arranque se autocarga en memoria y lanza la segunda etapa del gestor de arranque desde la partición /boot/.
La segunda etapa del gestor de arranque carga el kernel en memoria, lo cual en su momento carga los módulos necesarios y monta la partición root para sólo-lectura.
El kernel transfiere el control del proceso de arranque al programa /sbin/init.
El programa /sbin/init carga todos los servicios y herramientas de espacio del usuario y monta todas las particiones listadas en /etc/fstab.
El usuario se presenta con un intérprete de comandos de registro para el sistema Linux apenas arrancado.
Ya que la configuración del proceso de arranque es más común que la del proceso de cierre, en el resto del capítulo se discutirá el modo en el que el proceso de arranque funciona y cómo se puede personalizar para satisfacer sus necesidades.